En este vídeo podemos ver muchas cosas:
1. Cómo un niño «sin represalias ni represiones» es más capaz de experimentar con su entorno libre y felizmente, lo cuál a su vez es bueno para su desarrollo.
2. El dilema «ético» que se le plantea cuando entra la segunda experimentadora claramente enfadada y él se queda paralizado, petrificado, sin saber a quién hacer caso de las dos (a la «agradable», o a la «enfadada»).
3. Cómo decide finalmente, dejarse llevar por la persona que muestra emociones negativas para, posiblemente, no causar problemas a la otra experimentadora ni «ser castigado ni reprochado personalmente».
atención a la infancia
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